Declaración del 13º Congreso Mundial de Sexología, Valencia, España, revisada y aprobada por la Asamblea General de la Asociación Mundial de Sexología (WAS) el 26 de agosto de 1999, en el 14º Congreso Mundial de Sexología, Hong Kong, República popular China.
Los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad,
dignidad e igualdad inherentes a todos los seres humanos. Dado que la salud es
un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano
básico. Para asegurar el desarrollo de una sexualidad saludable en los seres
humanos y las sociedades, los derechos sexuales siguientes deben ser
reconocidos, promovidos, respetados y defendidos por todas las sociedades con
todos sus medios. La salud sexual es el resultado de un ambiente que reconoce,
respeta y ejerce estos derechos sexuales:
El derecho a la libertad
sexual. La libertad sexual abarca la posibilidad de la plena expresión del
potencial sexual de los individuos. Se excluye toda forma de coerción,
explotación y abuso sexuales en cualquier tiempo y situación de la vida.
El derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexual. Este
derecho incluye la capacidad de tomar decisiones autónomas sobre la propia vida
sexual dentro del contexto de la ética personal y social. También están
incluidas la capacidad de control y disfrute de nuestros cuerpos, libres de
tortura, mutilación y violencia de cualquier tipo.
El derecho a la privacidad sexual. Este involucra el derecho a las
decisiones y conductas individuales realizadas en el ámbito de la intimidad
siempre y cuando no interfieran en los derechos sexuales de otros.
El derecho a la equidad sexual. Este derecho se refiere a la
oposición a todas las formas de discriminación, independientemente del sexo,
género, orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o limitación
física o emocional.
El derecho al placer sexual. El placer sexual, incluyendo el
autoerotismo, es fuente de bienestar físico, psicológico, intelectual y
espiritual.
El derecho a la expresión sexual emocional. La expresión sexual va
más allá del placer erótico o los actos sexuales. Todo individuo tiene derecho
a expresar su sexualidad a través de la comunicación, el contacto, la expresión
emocional y el amor.
El derecho a la libre asociación sexual. Significa la posibilidad
de contraer o no matrimonio, de divorciarse y de establecer otros tipos de
asociaciones sexuales responsables.
El derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y
responsables. Esto abarca el derecho a decidir tener o no hijos, el número
y el espacio entre cada uno, y el derecho al acceso pleno a los métodos de
regulación de la fecundidad.
El derecho a información basada en el conocimiento científico. Este
derecho implica que la información sexual debe ser generada a través de la
investigación científica libre y ética, así como el derecho a la difusión
apropiada en todos los niveles sociales.
El derecho a la educación sexual integral. Este es un proceso que
se inicia con el nacimiento y dura toda la vida y que debería involucrar a
todas las instituciones sociales.
El derecho a la atención de la salud sexual. La atención de la salud sexual debe estar disponible para la prevención y el tratamiento de todos los problemas, preocupaciones y desórdenes sexuales.
LOS DERECHOS SEXUALES SON DERECHOS HUMANOS
FUNDAMENTALES Y UNIVERSALES
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