Sexo Seguro

El sexo seguro es la manera de relacionarnos eróticamente sin que haya penetración o intercambio de fluidos corporales, cómo líquido pre-eyaculatorio, semen, fluidos vaginales y sangre.

Algunas prácticas de sexo seguro son:

·         Ver o imaginar situaciones eróticas

·         Acariciarse, besarse y abrazarse

·         Frotar un cuerpo contra el otro

·         Masturbarse solo o con tu pareja

·         Mirarse vestidos, desnudos o desnudándose.

·         Hablar acerca de cosas excitantes.

·         Bailar, chatear, usar juguetes sexuales sin intercambiar.

·         Masajes corporales con aceites, perfumes o sales aromáticas

·         Fantasías: Ver películas eróticas en pareja, conversaciones telefónicas, cartas eróticas.

·         Duchas en pareja, con masajes jabonosos.

·         Utilizar una tela suave, flores o materiales suaves para erotizar la propia piel o la de la pareja.

·         Y cientos de cosas más que podamos inventar.

Uno de los grandes protagonistas del sexo seguro es el erotismo, ya que es propio de la especie humana, está al servicio del placer, el amor y la comunicación. Es la puerta de entrada al deseo sexual. Se estimula a través de los sentidos en su percepción de lo externo y del mundo interno a través de fantasías y recuerdos.